Vivimos en un mundo globalizado en el que cada día resulta más necesario contar con unas Fuerzas Armadas altamente cualificadas, que sean capaces de hacer frente a nuevas amenazas contra la seguridad, con el fin de mantener el estado del bienestar que tanto tiempo y esfuerzo nos ha costado.
Esta cualificación se empieza a adquirir mediante la enseñanza de formación y se completa a lo largo de los años con la enseñanza de perfeccionamiento y la experiencia profesional.
Para que la enseñanza militar sea el pilar básico sobre el que se asiente la necesaria capacidad de nuestros profesionales que les permita desempeñar los cometidos que se les asignen, es necesario que se den a la vez una serie de factores esenciales para alcanzar una enseñanza de calidad, basada en unos planes de estudios flexibles y acordes con las necesidades reales de formación, impartidos por un profesorado altamente cualificado y motivado, en centros docentes militares de formación que reúnan los avances tecnológicos necesarios para impartirlos.
Estos factores son:
Una formación integral, en la que no sólo se contemple la adquisición de capacidades cientifícas y técnicas, sino que la formación humana intervenga en el proceso. Será el equilibrio entre ambos tipos de formación lo que consiga un profesional apto para el cumplimiento de la misión encomendada.
Una enseñanza global, en la que la formación inicial se complemente con la necesaria y permanente actualización de los conocimientos y con la capacitación para el desempeño de empleos superiores.
Junto a la formación militar, será requisito para acceder a las Escalas de Oficiales obtener un título de grado universitario, y para las Escalas de Suboficiales uno de Técnico Superior de formación profesional. Para los militares de Tropa y Marinería se procurará que a lo largo de su permanencia en las Fuerzas Armadas obtengan el título de técnico de formación profesional de grado medio.